(Mi nombre): No es para tanto. ¿Por qué tan perdido? Cuando quiera me pega un saludito o tan siquiera me escribe un correito. -- Un abrazo (El nombre de ella)
Palabras de ella, extrañada por mi ausencia. Cuando quise mostrarle que la esperaría, que no importaba si estaba ocupada, me dijo que no se podía, que necesitaba pensar y era mejor que yo me hiciera a la idea de estar sin ella.
Luego, buscando sólo una sonrisa de ella, una mirada, un saludo de momento, le regalaba un chocolate para decirle "Hola... y chao, sé que estás ocupada, sólo quería verte y saludarte por un instante", pero aún así decía sentirse culpable porque no tenía tiempo, no me podía atender. Supuse que lo mejor era la distancia, porque aún con una llamada se sentía culpable, como si la acosara, y nunca he querido eso.
Casi en el ostracismo, aunque me entero por terceros de que está bien, estando pendiente de ella, dice que soy yo quien está "tan perdido". Sólo ver su nombre en la bandeja de entrada de este correo me acelera el corazón y me pone tenso. Luego de tanto, ella se pregunta...
¿Y ahora resulta que "no es para tanto"?