Una lagartija inconsecuente
enamorose de una lombriz perdidamente,
enterada la terrestre del embate
decidiose a ser esquiva, cual amante.
Asumiendo con agucia tal escollo
se apostó digna y señorita, diligente,
mas su corazón cayose en el embrollo
y la hermosa enamorose totalmente.
9:39 a. m. |
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apostillas

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